sábado, 12 de junio de 2010

EL SER UNO - SOMOS GUERREROS CÓSMICOS Y VENCEREMOS...

Cuando la Dimensión Regular se formó, implantó rápidamente su descendencia en todos los planetas, y lo hizo con la plena convicción de que esos seres evolucionarían y se elevarían de acuerdo con la fórmula universal, con toda la información universal.

Esos seres habían sido creados con la sabiduría impresa de un conocimiento transmitido. Las especies diseminadas en el universo que siguieron el camino trazado, lo hicieron de acuerdo con los cánones universales: fueron los continuadores de un proceso natural de especie. Por esta razón, el universo se mantiene en perfectas condiciones y debidamente encauzado, y si comparamos las especies, sus características son similares, tal vez con ciertas diferencias de evolución, mas el pensamiento es uno solo.


Los ayaplianos que colonizaron el planeta Tierra, o sea ustedes, debían desarrollar exactamente igual que los otros, mas al distorsionarse, cambiaron el curso de la evolución; los elementos se enfermaron, y al hacerlo, la materia se fue adaptando al cambio energético. La fórmula primera se había modelado diferente, y la energía-pensamiento también tuvo una readaptación cuya modelación energética caminó paralelamente.


Así fue como surgieron ustedes, los humanos: Ustedes son ayaplianos adaptados a un nuevo perfil de evolución y elevación. Se había formado una nueva especie; el universo no la podía catalogar o encajar en los cánones universales. Los ayaplianos-humanos han aportado mucho conocimiento nuevo al universo; ustedes poseen elementos distintos de los de otras especies, que han surgido de su propia evolución a pesar de que su origen es el mismo, ya que todos descendemos del Principio Único.


Los elementos químicos humanos se acomodaron y ajustaron, como si fueran oriundos de un principio nuevo. Los elementos humanos reprogramaron su origen, lo ambientaron a su entorno y la fórmula se alteró. Al alterarse, se crearon cauces que no se habían proyectado; ustedes transformaron el verdadero sentido del pensamiento. Mientras que otras especies desglosaron la idea y la convirtieron en pensamientos, ustedes desglosaron los pensamientos en pensamientos, un hecho inusual en el contexto universal.


Por esta razón se explica la lentitud que los caracteriza. Esa manera humana de pensar fue un descubrimiento extraordinario, porque el humano llegó a lo más profundo del pensamiento. Ustedes tuvieron que recorrer un camino difícil y tortuoso, y se encontraron con muchísimos obstáculos. Esos impedimentos, esas dificultades, los han convertido en los descubridores más grandes del universo, porque al luchar contra las barreras e interposiciones, se transformaron en guerreros, en especialistas de la sobreviviencia. Para ello, ustedes crearon e inventaron sus propias armas, como la valentía, la fuerza, el ánimo, el coraje, la bravura.


Ustedes Ayaplianos-humanos se moldearon como grandes luchadores para poder afrontar las inclemencias de su realidad. Al descender a lo más profundo del pensamiento, aprendieron lo inimaginable. Descubrieron sentimientos y emociones que para nosotros, mundos divinos, son inalcanzables. Por ejemplo, las pasiones, la pena, la ternura, la amistad, el orden, la añoranza, la alegría, el cansancio, el desorden, la envidia, los celos, la tristeza, etcétera. Tantas energías entrelazándose unas con otras formaron una amalgama de elementos de altas y bajas vibraciones que conviven juntas y separadas a la vez.

Mientras que ustedes conviven en medio de sus conflictos humanos, nosotros, mundos superiores, no podríamos existir como ustedes. No estamos formados así, nuestra visión es directa, lógica y de perfecto orden. Por estos motivos los consideramos a ustedes dignos de estudio. Sus emociones, sentimientos, raciocinio, lógica, forma de encarar los desafíos, manera de discernir con los conflictos, el sistema de vida, la expresión, la continuidad, todo en ustedes es muy característico, y por estas diferencias, nosotros los consideramos una especie muy especial, auténtica y verdadera, siempre y cuando el desarrollo de sus emociones sea totalmente positivo, para que sus energías-pensamientos se puedan encajar dentro de la estructura universal.


Las otras especies, que progresaron normalmente, no necesitaron que nosotros, mundos divinos, les enseñásemos el conocimiento universal: ellos lo tienen grabado en sus genes y lo van desenvolviendo conforme van avanzando; es un proceso natural de especie. Con ustedes ha sido muy diferente: los hemos tenido que acompañar paso a paso y de muy cerca, primero la distorsión y luego la rectificación. Para realizarlo, los seres de dimensiones más elevadas se han visto obligados a encarnar en su planeta, para poderlos estudiar, analizar, y sobre todo, sentir en mente propia lo que ustedes sienten y piensan para ayudarlos en su evolución y elevación.


Ustedes son nuestros hijos pródigos. Cuando ustedes regresan a nuestro mundo, somos como los padres que los acogemos con todo el amor, porque ustedes son nuestros hijos amados.


El interés más grande que otras especies tienen sobre ustedes es el estudio de la energía negativa enferma. Para ellos es imprescindible tener el conocimiento de dicha energía. Muchos científicos e investigadores del universo llegan a la Tierra con el propósito de analizar este tipo de energía, desconocida para ellos. El humano tiene la capacidad de crearla, transmutarla y eliminarla solo con el deseo. Esta energía es inexistente en otros planos y dimensiones donde el hombre se desarrolló normalmente.


El hecho de que ustedes humanos tengan la capacidad de crear este tipo de energía dañina es lo que más sorprende en los estudiosos del universo. Hasta ahora nosotros, lo hemos atacado como un virus y lo estamos curando; tal vez más adelante se le pueda dar algún uso para el bien del universo, por eso lo estamos estudiando. Por ahora es inservible, no tiene ninguna utilidad. Es por esta explicación que ustedes no puede salir de su hábitat: mientras no se curen del virus-ambición, se mantendrán aislados y en cuarentena. Por eso ustedes reciben tanto de los otros planos: es para ayudarlos a curar. De esta forma podrán salir. Para ello precisan rectificar los cristales, colocarlos y encajarlos, como ya hemos explicado.

Las dimensiones superiores los están ayudando con el conocimiento de la cura, y esta depende del esfuerzo de cada uno de ustedes. Esta cura consiste en erradicar completamente de sus pensamientos a la energía negativa enferma, llamada ambición. El virus tiene que ser exterminado, y solo ustedes pueden lograrlo. Esta enfermedad puede ser eliminada con el conocimiento, entendimiento y amor. Trabajen, no desistan. Ustedes son guerreros, no lo olviden nunca.


Texto de: EL SER UNO I – Los Arcanos de Thoth






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