PASTELEROS DE ILUSIONES
“Había
una vez, muchas personas que querían experimentar diversas calidades de dulces
y para hacerlo, visitaban diferentes dulcerías y otros lugares que les
proporcionaban deliciosos dulces. Todos esos dulces les eran expuestos en forma
muy llamativa, exquisitamente decorados, de todos los sabores, formas y
colores. Las dulcerías para atraer a todos sus clientes, montaban espectáculos
circenses de extrema sofisticación y sus tiendas eran decoradas con el máximo
cuidado, haciendo de ellas expresiones de incomparable belleza.
Era tal la
maravilla de sus presentaciones, que cuando la persona entraba se encontraba en
otra realidad de felicidad mágica e irreal. Las personas durante ese tiempo se
dedicaron a visitar estas dulcerías lujosas y como se sentían tan bien y
alegres dentro de ellas, lo único que querían era: comer, comer y comer, por
supuesto, ninguno sabía lo que comían o de que estaban hechos esos dulces.
Confiando
plenamente y ciegamente en todas las dulcerías y en las personas que preparaban
los dulces, nunca se preguntaron o cuestionaron lo que estaban comiendo. Los
pasteleros y sus ayudantes, inteligentemente para no perder a sus clientes, les
mostraban los dulces hechos con magia y espectáculos extraordinarios, les
prometían que al comerlos transformarían sus vidas, que al hacerlo se irían a
un paraíso encantado y mágico etc. así todos encandilados y alucinados, comían,
comían y comían, cada vez más, pensando que se transformarían en una
maravillosa experiencia angelical.
Los
pasteleros les decían: Miren, los dulces son amarillos, están hechos de pura
yema de huevo - era mentira, le ponían colorante amarillo y esencia con sabor a
huevo – Es puro chocolate, reafirmaban – mentira, era esencia de color y sabor
a chocolate – Si los comen se convertirán en ángeles y podrán volar - y así los
incautos comían, comían y comían sin tener la noción del por qué debían comer,
simplemente repetían lo que todo el mundo hacía. Mientras tanto, el pastelero
reía y reía de la ignorancia de sus clientes y se mofaba de la credulidad que
ellos tenían, se sentía cada vez más seguro y sobre todo su ego lo hacía verse
muy inteligente, porque lograba engañarlos.
Las
personas de tanto comer y comer, comenzaron a enfermarse, a sentirse tristes,
sin saber que les estaba sucediendo. Muchos de ellos los más despiertos,
empezaron a observar detenidamente a los pasteleros, sus tiendas y todo el
juego que ellos hacían, y al abrir los ojos a la verdad, empezaron a comprender que lo que los había enfermado,
eran todos los dulces que habían comido. Sin decir nada comenzaron a dejar de
comerlos y poco a poco iban recuperando su salud física y mental. Entraban a
las dulcerías y todo lo que antes les parecía extraordinario, sublime y
glorioso, ya no era así.
Al
ver a las personas hipnotizadas que comían y comían sin parar, quisieron
ayudarlas, empezaron a transmitirles sus experiencias, cómo ellos se habían
liberado de comer dulces y a través del convencimiento para que ellos dejaran
la adicción del dulce, les preguntaban: ¿Ustedes saben lo que comen? ¿Tienen
noción de la cantidad que deben comer? ¿Saben preparar los dulces que tanto les
gusta? ¿Les gustaría prepararse sus propios dulces? ¿Tienen las recetas?...
Así
pues, lentamente y con mucha paciencia lograron libertar a muchos, pero la
mayoría inmersos en su comodidad, vicio y adicción, se quedaron atrapados en la
sensación agradable que el dulce les proporcionaba, no querían ver, entender,
salir y conocer otras experiencias, prefirieron quedarse presos en el
desenfreno del instinto que ello les proporcionaba”...
¿Por
qué hemos contado esta historia? – dijo el hermano Seramita, hizo un ademán con
la mano y continuó – Porque es para todos ustedes, los que se han librado por propia
voluntad y para todos aquellos que han renunciado voluntariamente al placer de los sentidos, es
que les estamos mandando a través de muchos mensajes y
canalizaciones, el conocimiento del Despertar de la Consciencia. EL SER UNO es uno de ellos, las fórmulas, las recetas para que
ustedes mismos se preparen los dulces y los puedan comer equilibradamente, con
sensatez y cordura. Ustedes no necesitan vivir pendientes de aquellos que dicen
tener las fórmulas para trascender, ustedes son libres, pueden hacerlo con
interés y voluntad de realizarlo.
Algunas
veces, la voluntad del esfuerzo es exactamente lo que necesitan en sus vidas.
Si la vida les permitiese pasar por ella sin encontrar ningún obstáculo, los
dejaría limitados e inertes, no lograrían ser tan fuertes como deberían ser y
nunca podrían volar hacia lo infinito del cosmos. Vivan la vida sin miedo,
enfrenten todos los obstáculos, demuestren que son valientes y que pueden
superarlos. Este esfuerzo se llama: FORTALEZA, fórmula importante para una alimentación adecuada…
Texto: EL SER UNO V – Los Interanos –
La Ciudad de Cristal.
3 comentarios:
Es como una especie de alusión a las adicciones y posterior daño que causan las drogas (sobre todo las sintéticas) como lo son el alcohol, LSD, éxtasis, cocaína, heroína, antidepresivos, etc. Pero también hace alusión a otro tipo de adicciones, dependencias y necesidades huecas, como las que crea, impone y promueve la sociedad de consumo/espectáculo, con toda su superficialidad y puerilidad asociadas, en un bombardeo constante, vacío, bárbaro, pretencioso, infeccioso, enfermizo, demencial obstinado y despiadado de propaganda en todos su niveles; como si eso fuera lo "real", lo auténtico, lo innegable... ¡Es como un manicomio!
COMO DESARROLLAR INTELIGENCIA ESPIRITUAL
EN LA CONDUCCION DIARIA
Cada señalización luminosa es un acto de conciencia.
Ejemplo:
Ceder el paso a un peatón.
Ceder el paso a un vehículo en su incorporación.
Poner un intermitente.
Cada vez que cedes el paso a un peatón
o persona en la conducción estas haciendo un acto de conciencia.
Imagina los que te pierdes en cada trayecto del día.
Trabaja tu inteligencia para desarrollar conciencia.
Atentamente:
Joaquin Gorreta 55 años
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